Los aviones eléctricos están en boga. Las compañías Airbus y Siemens van a firmar un acuerdo de colaboración que va a permitir el desarrollo de aeronaves propulsadas con electricidad. El resultado de esta sinergia puede suponer un cambio muy significativo en el futuro del transporte internacional.
Por el momento, el objetivo de esta unión es crear prototipos de sistema de propulsión híbrida que sirvan para desplazamientos de corta distancia, helicópteros o vehículos sin tripulación. Es decir, a priori no está pensado para transporte de mercancías, pero las compañías de transportes, de la misma manera que sucede con los drones submarinos, han visto en esta tecnología una buena oportunidad.
Reducción de emisiones contaminantes
La empresa fabricante de Aeronaves, Airbus, y la multinacional eléctrica, Siemens, lo que pretenden con la creación de los aviones eléctricos es dar una respuesta “verde”. Es decir, quieren dar respuesta a una sociedad y un sector, el del transporte, cada vez más preocupado por el medio ambiente. En este sentido, los aviones eléctricos suponen una reducción importante de las emisiones contaminantes.
En este sentido, también debemos tener en cuenta que a nivel legislativo también se deben cumplir unos objetivos en lo que a reducción de emisiones se refiere. En 2050 Europa deberá reducir un 75% las emisiones de CO2 respecto a los valores del año 2000.
En la pasada cumbre de París sobre el cambio climático se dedicó una jornada al transporte, ya que éste es el segundo sector que más emisiones emite y, por tanto, más negativamente incide en el efecto invernadero.
Otros beneficios
Respecto a los beneficios atribuibles a los aviones eléctricos debemos tener en cuenta, también, la reducción de combustible y la reducción de tiempo. Estos dos factores abaratarían el coste del transporte de mercancías y mejorarían su eficacia.