La existencia de un entorno seguro facilita la actividad empresarial y, consecuentemente, se evitan situaciones incómodas. La seguridad es primordial en el ámbito portuario donde millones de mercancías llegan día tras día. Por este motivo, tanto las empresas de transporte internacional de mercancías como todos los agentes portuarios se han puesto en marcha para automatizar y mejorar la seguridad de sus instalaciones gracias a la implantación de cámaras termográficas.
¿Qué son las cámaras termográficas
Las cámaras termográficas muestran en pantalla una imagen de la radiación calorífica que emiten los cuerpos. Cuanto mayor es la radiación emitida, mayor es la temperatura del cuerpo. Pero esta radiación es invisible para la percepción del ojo humano. Estas cámaras térmicas trabajan en un rango comprendido entre los -20 y 350 ºC. Disponen de un sensor térmico que se calienta y cambia su resistencia al recibir la radiación infrarroja. A este cambio de resistencia se le asigna un color. Y así para cada tipo de temperatura.
Cámaras termográficas para garantizar la seguridad del transporte marítimo
La incorporación de esta tecnología en el sector del transporte ha contribuido indudablemente en la mejora de la seguridad. Son cámaras que funcionan tanto de día como de noche y, como comentábamos anteriormente, también en condiciones climatológicas adversas como la lluvia y la niebla.
Gracias a estos aparatos se ha mejorado de forma sustancial el alcance y la precisión a la hora de identificar posibles intrusos en las instalaciones o intentos de robo. Esta tecnología da un paso firme frente a los sistemas tradicionales de cámaras de visión nocturna o cámaras de luz visible. Como detectan la energía térmica que desprenden los cuerpos, son capaces de identificar hasta cubitos de hielo.
24 horas de seguridad continua
La puesta en funcionamiento de estos sistemas de seguridad en las instalaciones portuarias, les permite una garantía real y efectiva de seguridad en la custodia de las mercancías que transportan los grandes buques. Como decíamos anteriormente, su efectividad no solo se reduce a la noche. Delante de grandes bancos de niebla los buques utilizan estos sistemas para evitar choques y provocar accidentes.
Su instalación es sencilla. No se alteran las redes de seguridad previamente existente en los puertos. Todo lo contrario, es un sistema tecnológico que se integra de forma sencilla y rápida. Por esta razón, los grandes puertos de alrededor del mundo están apostando por ir implantando de forma paulatina cámaras termográficas en sus instalaciones. Seguridad y control de todo lo que sucede en las instalaciones es prioridad en los puertos.