La contaminación atmosférica es uno de los grandes problemas de la sociedad actual y el sector del transporte por carretera supone el 32% de la energía final total consumida en España y, a pesar de la creciente penetración de biocarburantes en los últimos años, los productos petrolíferos continúan suponiendo más del 80% de energía empleada en el consumo del transporte por carretera y es responsable del 22,4% del total de emisiones de Gases de Efecto Invernadero en nuestro país.
Reducir la huella ecológica del transporte por carretera
Sustituir los camiones antiguos por otros más nuevos
La legislación ambiental europea es cada vez más exigente con las emisiones de escape contaminantes de los motores. Los camiones de la clase Euro IV, que tienen hasta seis años de antigüedad, o Euro V, hasta tres años, causarían entre un 40% y un 60% menos de costes externos, según los análisis de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA). Las subvenciones para renovar el parque de vehículos contribuyen a ello. En España, el Plan PIMA Aire, propuesto por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA), ofrece ayudas económicas para sustituir los camiones de mayor antigüedad por otros modelos más eficientes y de menor impacto ambiental.
Camiones eléctricos y gas natural
Se plantea el impulso de medidas que favorezcan el uso tanto de vehículos eléctricos como de gas natural, que reduce un 95% las partículas en suspensión y el 80% las de dióxido de nitrógeno.
Apostar por el modo de transporte más eficiente
Se propone utilizar, en mayor medida, el ferrocarril que, en la actualidad, es un medio de transporte residual para el transporte de mercancías, ya que su flexibilidad permite tanto el envío de un pequeño paquete como de un camión completo.
Obtener el máximo provecho de cada transporte de carga
Combinar carga y adaptar los contenedores para maximizar la utilización de los camiones. En este sentido, los megamiones suponen una reducción de la contaminación.
Adquirir maquinaria y equipamientos respetuosos con el medio ambiente
Actualmente, los motores diésel son mucho más limpios que hace unos pocos años. No obstante, todavía hay margen de mejora. Las empresas del sector y diversos equipos de investigación de todo el mundo trabajan en diversas tecnologías para que los camiones reduzcan las emisiones, consuman menos energía y atrapen mejor los gases contaminantes.
Con estas y otras medidas podremos llegar a reducir los niveles de contaminación y reducir la huella ecológica del transporte de mercancías por carretera. En definitiva, el sector del transporte debe reducir sus emisiones en cerca de un 70% hasta 2050, si quiere cumplir con los objetivos de la Unión Europea y facilitar el bienestar global del planeta.