El transporte terrestre es el que presenta un mayor índice de siniestralidad en comparación con los otros dos grandes gigantes de las mercancías: el barco y el avión. También es uno de los más económicos y que menos emisiones de Co2 lanza al medio ambiente. Además, es primordial para los pequeños traslados hasta el destino final, incluso de aquellas mercancías que han llegado por mar y por aire. Un transporte que convive con el resto de vehículos particulares y que debe enfrentarse a los peligros diarios de la carretera. Pero con sentido común y siguiendo unos sencillos consejos, se puede mejorar la seguridad al volante de un camión.
Los mejores consejos para conducir un camión con seguridad
Los conductores de camiones recorren a diario una gran cantidad de kilómetros, algo que los expone de forma mucho más probable a los peligros de la conducción en carretera.
Lo más importante es mantener cierta fidelidad al protocolo en técnicas de seguridad. Hablamos de las medidas de prevención cuyo objetivo es eliminar el peligro al máximo para proteger la integridad de las personas y los bienes, evitando así accidentes.
- Evitar siempre que sea posible las horas de más tráfico, cuando más retenciones se producen, algo que dificulta la circulación y también la hace más peligrosa.
- Evitar conducir más de cuatro horas y media seguidas. De todas maneras, el tacógrafo determina los tiempos de descanso y circulación dependiendo de la ruta, el vehículo, etc.
- Las paradas del conductor deben ser de 45 minutos como mínimo.
- No se deben exceder las 9 horas de conducción en un solo día.
- Evitar bebidas excitantes como el café o el té y las relajantes ya que pueden crear somnolencia. Por eso es importante también dormir como mínimo 8 horas.
- Llevar medicamentos: Analgésicos y antiinflamatorios.
- Contar con herramientas, alimentos, agua y ropa de abrigo para poder hacer frente a posibles imprevistos durante el viaje.
Al margen de estos consejos que puede tener en cuenta el conductor para mejorar la seguridad al volante es importante que las carreteras de mayor tránsito estén en buen estado y existan desdoblamientos en aquellos tramos más peligrosos, algo que ya no depende de la empresa de transporte y de lo que deben encargarse las autoridades competentes.