El transporte marítimo es un sector clave para el desarrollo del comercio internacional, sin embargo, se trata de una de las opciones más contaminantes. Las agendas políticas de los grandes líderes mundiales contemplan programas para ponerle freno al cambio climático que podría llevar al planeta a un colapso. ¿Cómo aunar ambas cosas? ¿Ambas necesidades? Las nuevas tecnologías ya se han puesto al servicio de la industria del transporte para que las emisiones de Co2 se reduzcan, los buques de carga puedan seguir trabajando, la economía no se resienta y el planeta esté más limpio.
La reducción de las emisiones contaminantes en el transporte marítimo
El objetivo es alcanzar el año 2050 las emisiones cero en todo el planeta. Una meta nada fácil teniendo en cuenta que el transporte marítimo es el responsable de alrededor del 2% de las emisiones mundiales con 800 millones de toneladas al año. Eso significa que un solo barco contamina como 50 millones de automóviles.
Los expertos apuestan por la utilización de energía renovables para el funcionamiento de este tipo de transportes para que se pueda seguir desarrollando su actividad, al mismo ritmo, pero sin contaminar.
Un cambio que deberá llevarse a cabo poco a poco, en las progresivas renovaciones de las flotas de las empresas responsables de este tipo de buques que transportan mercancías.
El impacto medio ambiental del transporte marítimo
Cuando hablamos de impacto medioambiental solemos pensar en el combustible contaminante que produce las emisiones de los barcos. En realidad, el combustible es solo una parte de las emisiones contaminante de los buques de carga.
- Aguas residuales. Su vertido al mar provoca un conflicto con los ecosistemas marinos.
- Descarga de agua de sentina. Se trata de los líquidos que se drenan desde los espacios interiores y cubiertas superiores (incluida sala de máquinas, líquido que se expulsa al mar).
- Las incrustaciones. Es normal que se adhieran a las paredes del casco organismos, algas y otras especies que hacen que el buque se mueva con más dificultad y se necesite más combustible.
- Los vertidos de mercancías. El más contaminante y preocupante es el de petróleo.