Según las últimas noticias, la farmacéutica Pfizer ha logrado una vacuna para el coronavirus con un 90% de eficacia, vacuna que está en la última fase de estudio y desarrollo antes de su masiva distribución. Y es precisamente en este punto en el que se dibuja uno de los mayores retos asociados a esta vacuna, tanto a nivel logístico como tecnológico. El gran reto es que la vacuna deberá conservarse durante toda la cadena de suministro a -80 grados centígrados.
El transporte de la vacuna contra el COVID-19
Los esperanzadores resultados de los ensayos clínicos de la vacuna de Pfizer para acabar con el COVID-19 han supuesto un auténtico revulsivo a nivel social y económico, provocando incluso grandes subidas de las acciones en Bolsa. Sin embargo, la distribución de la vacuna de Pfizer supone un reto mayúsculo a nivel tecnológico y logístico para el sector del transporte sanitario, ya que la vacuna tiene que estar siempre a -80 ºC. Además, está previsto que se distribuyan más de 100 millones de dosis en 2020 y 1.300 millones de dosis en 2021.
Retos de la cadena de suministro
La conservación de la vacuna a 80 º negativos de forma estable y sin grandes alteraciones durante toda la cadena de suministro y la inmediatez con la que hay que distribuir esta enorme cantidad de dosis supone un reto hasta ahora nunca visto. No obstante, el sector logístico y del transporte deberá ser capaz de mantener la cadena de frío en servicios multimodales de gran complejidad y con múltiples y muy diversos puntos de destino. Y sólo un 15% de los operadores logísticos del sector están en disposición de dar un servicio de este perfil.
Es por ello por lo que distintos operadores logísticos están construyendo infraestructuras y envases de nuevo diseño para el almacenamiento y cuidado de las vacunas que permitan conservar el frío extremo que requiere el medicamento en todas sus fases. Con todo, la logística no tiene miedo al desafío por la alta especialización del transporte farmacéutico, si bien sí que existe una mayor preocupación en el transporte de la última milla, un sector muy específico y que no está acostumbrado a trabajar con estas exigencias.