El transporte de mercancías por vía área ha asumido un rol estratégico en la actual crisis del coronavirus. Éste ha sido, y todavía es, el responsable de garantizar el transporte ininterrumpido de medicamentos y equipos sanitarios y mantener las cadenas de suministro mundiales.
Solo en España, desde el inicio del estado de alarma y hasta el 1 de abril -momento álgido de la crisis- los aeropuertos de la red de Aena recibieron casi cincuenta cargueros, exentos de cualquier tasa, destinados al transporte de material sanitario.
Para Francisco Rizzuto, experto en carga aérea de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) Europe entrevistado por El Vigía, la irrupción del Covid-19 “está cambiando las reglas del juego de toda la industria aérea”. Y añade que el sector se ha tenido que reformular y reestructurar completamente, así como la organización a la que representa. De hecho, explica que desde que se cerraron las fronteras para los pasajeros, desde la asociación han centrado todos sus esfuerzos “en intentar hacer público por todos los medios que la carga aérea seguía viva, y que es un sector clave, en primer lugar, para el movimiento de material crítico”. Y vaticina que también lo será para reactivar la economía
La incidencia de la Covid-19 en la industria aérea es conocida por todos. Las restricciones aplicadas por los estados de gran parte del mundo para evitar la propagación del Coronavirus han provocado que la mayoría de las aerolíneas no realicen sus vuelos por falta de pasajeros y en éstas viaja hasta el 52% de la carga mundial. Un porcentaje que es todavía más elevado en el Aeropuerto de Barcelona, el 74%, y en el de Madrid, el 78%.
Esta pérdida de la capacidad de carga ha planteado un problema a las aerolíneas, que se han movilizado e intentan resistir a los embates de una crisis que, según asegura el sector, es peor a la de los atentados del 11-S. Así, tratan de encontrar soluciones para poder responder a la demanda de carga aérea, ganar capacidad y, al mismo tiempo, evitar los sobrecostes que supone mantener aparcada gran parte de su flota parada en los aeropuertos, reintroduciendo los servicios de carga o utilizando los aviones de pasajeros exclusivamente para operaciones de carga.
Iberia, British Airways, Emirates, Air Canada, Lufthansa o United Airlines, entre otras, son algunas de las aerolíneas que se han visto gravemente afectadas por el hundimiento de la demanda y han decidido reconvertir parte de su flota de aviones destinados al transporte de pasajeros en cargueros. Así, parte de esa mercancía se ha instalado encima de los asientos, además de viajar en las bodegas de los aviones.
Se ha reclamado a los Estados miembros que concedan derechos de tráfico temporales para operaciones de carga procedentes de fuera de la UE a los que normalmente aplicarían restricciones, “incluso si esas operaciones de carga se realizan con aviones de pasajeros”. Además, consideran que las tripulaciones de las aerolíneas deberían estar exentas de las restricciones de movimiento si no presentan síntomas y solicitan que los aeropuertos que estén abiertos tengan suficiente capacidad para manejar la carga aérea.
Pese a su carácter estratégico para la reactivación de la economía, para la carga aérea se vienen curvas. “2019 fue el ejercicio más negativo para el sector desde 2009, por lo que ahora solo falta añadirle la crisis del coronavirus”, señala el profesor de EAE Business School y experto en el sector aéreo Romá Andreu. A pesar de que la velocidad a la que se producen los acontecimientos impone prudencia, Andreu prevé, sin contemplar el peor de los escenarios, una disminución del tráfico mundial de carga aérea de entre el 40 y el 60% durante el próximo medio año.