La búsqueda de soluciones innovadoras está a la orden del día. Y más cuando cada vez hay más conciencia por la preservación del medio ambiente. Las energías alternativas y limpias son uno de los avances más importantes de estos tiempos. Son solo un prototipo, pero las carreteras con tecnología fotovoltaica ya han llegado.
Transporte de mercancías por carreteras con tecnología fotovoltaica
Durante el año pasado, el Gobierno de Francia llevó a la práctica en Normandía un proyecto pionero en el país. Construyó el primer tramo de carretera basado solamente en energía solar. En total se construyeron cerca de 1.000 metros revestidos de placas fotovoltaicas. Se obtuvo energía para satisfacer la demanda de una ciudad cercana de 5.000 habitantes.
Autonomía energética absoluta
Según los cálculos del Ministerio de Medio Ambiente francés, asfaltando con placas fotovoltaicas el 25% de las carreteras existentes en la nación, se podría lograr absoluta autonomía energética. La energía solar se transforma en energía eléctrica, permitiendo poner fin al uso de las energías fósiles. Estos paneles solares están construidos con materiales semiconductores y preparados para aguantar el peso de cualquier tipo de vehículo, incluidos los camiones de transporte de palets por carretera.
Uso de las vías ya construidas
Unas de las principales ventajas es la utilización de las infraestructuras ya presentes. Los paneles de captación de energía solar no requieren la construcción de nuevas carreteras, sino que se colocan encima del asfalto existente. Además, estas placas solares no suponen una disminución de la adherencia de los vehículos en las carreteras ya que, gracias a los test realizados, la adherencia es la misma.
Uso de las placas durante la mayor parte del día
Las carreteras son capaces de recoger toda la energía solar durante el 80-90% del tiempo de cada día. Los vehículos rodados solo las ocupan durante el resto del tiempo. Con estas implementaciones, se evita ocupar con placas los espacios agrícolas realizando agresivas alteraciones en el entorno natural.
Coste de construcción es el principal incoveniente
El principal inconveniente es el alto coste de su construcción y mantenimiento. El coste del kilómetro construido alcanzó la desorbitada cifra de 5 millones de euros. Aun así, la pretensión del gobierno galo es contar con una red de 1.000 kilómetros a lo largo de toda Francia extensible hasta 2021. Los promotores desarrollan un proyecto de alta capacidad innovadora que se basa en la eficiencia. A pesar de la fuerte inversión inicial, el coste se irá abaratando al mismo tiempo que crezca la producción.