Un gran número de materiales y productos con la etiqueta de peligrosos son esenciales para un gran número de sectores. Cuentan con ellos para poder establecer un desarrollo normal de su actividad. Por esta razón, se ha elaborado una serie de legislaciones que establecen las bases del transporte de mercancías peligrosas. Lo principal de la normativa es que sea clara y proteja tanto a terceros como al medio ambiente.
Normativa reguladora del transporte de mercancías peligrosas
La regulación por excelencia más aplicada en el transporte de mercancías peligrosas por carretera, es el ADR (Acuerdo Europeo relativo al Transporte Internacional de Mercancías Peligrosas por Carretera). El acuerdo incluye 32 países de la Unión Europea. La normativa establece una serie de reglas a seguir para que sean iguales entre todos los desplazamientos que se realicen entre las fronteras.
Básicamente la regulación hace referencia a las características de embalaje, al acondicionamiento del vehículo, ya que los productos potencialmente peligrosos necesitan de vehículos especiales para su traslado, y al etiquetado que informa del tipo de mercancías que se están trasladando. Para establecer una u otra etiqueta en el vehículo de transporte, se tiene en cuenta a qué tipología corresponde el material. Esta clasificación se realiza en función del grado de peligrosidad del producto.
Otras regulaciones en el ámbito de las mercancías peligrosas
El ADR es la regulación actual referente al transporte de mercancías peligrosas por carreteras. Pero no es la única, ya que existen otros medios de transporte de mercancías: ferroviario, marítimo y aéreo.
- El RID es el reglamento centrado en el transporte internacional de mercancías peligrosas por ferrocarril.
- Por otra parte, el código IMDG (Marítimo Internacional de Mercancías Peligrosas) se aplica al transporte por mar internacional.
- Finalmente, el OACI, que es una normativa referente al traslado por vía aérea. Esta legislación supone un compendio de todas las normas técnicas asociadas a este tipo de transportes.
Todas estas normativas son de obligada aplicación en España. Todas las empresas del país dedicadas al transporte de productos potencialmente peligrosos han de estar al día sobre dichas normativas y, además, estar familiarizados con su contenido para una buena aplicación.