El sector del transporte por carretera es uno de los que más sufren el retraso en los plazos de pago. Por ley, en España es obligatorio pagar a 30 días en empresas privadas (prorrogable hasta 60 si hay acuerdo entre ambas partes), aunque la media de cobro es de 81 días según los últimos datos publicados por el Observatorio de Morosidad y Pagos de la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte en España (Fenadismer). Unas cifras extraídas del informe publicado en junio de este año y que pone de manifiesto que el 67% de los clientes de los transportistas incumplen la Ley de Morosidad.
En 2017 la media de pagos se situó en 86 días, una cifra muy parecida a la de este 2018 y que muestra que la problemática en el sector se mantiene, lejos de desaparecer. Esta práctica también es habitual en el resto de Europa y genera ciertas dificultades de liquidez para las empresas de transporte, un efecto que se ve incrementado en el caso de los conductores autónomos, que dependen al 100% de los cobros por sus servicios.
¿Por qué es mejor cobrar a mes vencido?
Al margen de lo evidente, hay que cobrar para seguir funcionando, existen otra serie de ventajas por las que es aconsejable insistir para poder cobrar a 30 días como marca la ley:
- Mayores garantías para afrontar gastos imprevistos. Es muy importante contar con un fondo líquido para poder hacer frente a averías, pagos de seguros, etc. Pero si las facturas no se cobran a mes vencido es habitual “echar mano” del fondo y que éste vaya disminuyendo.
- Podrá establecerse una previsión de ingresos constantes. Algo que permitirá desarrollar proyectos a largo plazo e incluso generar nuevas contrataciones, una vez que se tengan claros los números.
- Reduce la incertidumbre y el estrés. Unas situaciones que se generan sobre todo en el caso de los conductores autónomos. Contar con una cierta estabilidad económica al tener asegurados ciertos cobros, permite que el empresario desarrolle sus tareas con menos ansiedad.
El informe de Fenadismer también recoge las modalidades de pago que eligen los clientes de los transportistas. El confirming es, con un 39%, la forma preferida para los pagos de servicios. Le sigue la transferencia con un 35% de los encuestados, el pagaré, con el 25% y en último lugar el cheque, un método que eligen únicamente el 1% de los clientes.